sábado, 23 de enero de 2016

En esta entrada hablare de la alimentación del bebé, ya sea con leche materna o leche en polvo. Decidir entre dar el pecho o alimentar con biberón generalmente se basa en comodidad y ritmo de vida; pero alimentar a pecho puede que no sea recomendable para algunas madres o bebés. 

La alimentación del bebé recién nacido




La alimentación de los bebés recién nacidos puede ser de tres tipos:

Alimentación con leche materna: 


Si se tiene planeado dar sólo pecho materno, es importante saber que sobre todo los primeros días, durante la etapa del calostro, en la que ninguna mamá llena por completo a su bebé, se debe ofrecer pecho cada que el bebé lo pida (sin importar que la mamá aun no tenga leche) y sin poner un horario estricto. Lo importante aquí es que la mamá reciba un buen estímulo a través de la succión del bebé, para producir la cantidad adecuada de leche y que además el bebé no se acostumbre al biberón.




Con dedicación y constancia, al cabo de 4 o 8 días, el pecho materno producirá suficiente leche para satisfacer las demandas del bebé, y a partir de ese momento ya se podrá fijar un horario de alimentación cada 2 a 4 horas y sin tardar más de 15 minutos en cada seno.

Para tener una buena lactancia se necesita:

- Estar tranquila. El estrés sólo disminuye la buena producción de leche.

- Tomar muchos líquidos. - Evitar alimentos irritantes o condimentados.

- Evitar tomar café, refrescos de cola, chocolates, etc.

- Darse masaje de forma adecuada para estimular las glándulas mamarias.

- Limpiarse con un algodón húmedo antes y después de dar pecho.

- Los saca leches también ayudan a la estimulación de la producción de leche.







Alimentación con leche en polvo:



También conocida como alimentación con fórmula, se da con biberón previamente lavado y esterilizado. Normalmente se prepara por cada onza de agua, entonces agregar una medida de fórmula. Si el bebé es alimentado únicamente con biberón, entonces hay que tratar de que sea cada 3 a 4 horas y en la cantidad que el bebé lo pida. Si pide antes, entonces se recomienda intentar entretenerlo con el chupón para que respete ese horario.




¿Cómo preparar un biberón?

a) Lavarlo perfectamente con ayuda de un cepillito especial para biberones, agua y jabón.

b) Esterilizarlo. Se pone a hervir por espacios de 20 a 25 minutos en ebullición. Si se usa un esterilizador, entonces hay que seguir las indicaciones de este.

c) Agregarle agua esterilizada al biberón, y por cada onza de agua se pone una medida de leche en polvo.

d) Agitarlo perfectamente para evitar grumos dentro del biberón, y dárselo al bebé de manera inclinada para evitar que le entre aire.




Alimentación Mixta.


Este tipo de alimentación consta en darle al bebé leche materna y en seguida complementarle con biberón.

Se recomienda darle cada 3 a 4 horas, durante 10 a 15 minutos de cada pecho y después complementarle con lo que el bebé pida de biberón.







Fuente:http://www.bebebola.com/i/alimentacion

Cuidados sobre el cordón umbilical en el recién nacido

En esta entrada, hablare sobre el cordón umbilical del bebé, explicando qué es esta estructura, en qué consisten sus curas, cuándo es el momento de su caída y cómo curarlo en ese momento, también las observaciones que deben tener los padres.



El cordón umbilical se trata de una prolongación de piel que une el útero materno y lo que será el ombligo del bebé. A través de este conducto, el bebé tomará los nutrientes y el oxígeno de la madre para poder formarse y crecer.

El cordón umbilical se desprende, en parto normal: De 5 a 12 días del nacimiento. En cesaría: De 12 a 15 días.


El aseo del cordón umbilical 


1. Lavarse bien las manos con agua y jabón antes de empezar a curar al bebé.

2. Retire la gasa que en ese momento este envolviendo el cordón. Si está pegada a la piel, puede utilizar suero en un pequeño chorro para humedecer la gasa pegada y poder retirarla con más facilidad.

3. Tiramos el fórceps (la pinza) de plástico hacia arriba para poder acceder a la zona en la que la piel del bebé y el cordón se unen. Esa es la que más nos interesa curar, así que con cuidado pero sin miedo.





4. Limpiaremos con una gasa el cordón (mediante movimientos de rotación alrededor), manipulando solamente las esquinas de la gasa con nuestras manos, para que la zona central de la misma esté intacta para el contacto con el ombligo del bebé, con otra gasa diferente, limpiaremos la parte distal del ombligo que lleva la pinza.

5. Este punto solo lo llevaremos a cabo en caso de tener un ombligo infectado, que supura, huele mal o tiene mal aspecto. No aplicaremos el alcohol directamente sobre la piel del bebé. Sino que utilizaremos una gasa abierta y enrollada para formar con ella una tira alargada y fina, que será impregnada en alcohol y daremos vuelta alrededor del ombligo. Realizar este proceso 2 a 3 veces al día ( una de ellas tras el baño), así como cada vez que se ensucie.

6. La gasa que queda enrollada no debe quedar excesivamente empapada, pues dejaríamos el área humedecida, haciendo que la piel de bebé pueda irritarse e impida su secado.




Recomendaciones


- Mantener seco y limpio para evitar infección, impidiendo que se ensucie con orina o heces del pañal; tener en cuenta que al ser de un material absorbente, la orina ira ascendiendo por el pañal hasta la zona del ombligo. Si observamos manchas en el cordón, lavar con agua y jabón neutro de bebé y tras eso, en secado en la zona

- Dobla la parte alta del pañal hacia abajo para que el contacto con el aire acelere el proceso de secado.

- La utilización de ombligueros, vendas o no esta indicado. No acelera la curación de la herida y puede provocar lesiones en la piel así como facilitar el vomito por compresión abdominal.

- No sumergir totalmente al niño en bañara durante su aseo hasta que el cordón tenga aspecto seco (3 a 4 días tras la caída del cordón), pues esto supondrá un secado. Deberá hacerse el lavado por zonas con la ayuda de una esponja o bien sumergiéndolo en la bañera intentando no mojar en exceso el ombligo. Asegurar su secado interno cuando finalice el baño, utilizando una gasa estéril (sin miedo a la hora de introducir en la zona interna del ombligo).

- Nunca estirar el cordón para arrancarlo aunque sea un hilo fino el que los une. Habría riesgo de hemorragia importante. No confundir con el pequeño sangrado que mancha la gasa tras la caída del cordón de forma natural.

- Poner una moneda sobre el ombligo para aplanarlo; puede desarrollar infección y causa molestias estomacales.



                                     



Después de la caída del cordón umbilical 


Después de la caída del cordón puede producirse un pequeño sangrado (normal). Es importante mantener el cordón umbilical limpio y seco para evitar infecciones. Las señales de infección son el enrojecimiento, el mal olor o a la presencia de secreciones.

Mantener el pañal del bebé doblado por debajo del muñón del cordón, para que esté aireado y la orina no lo humedezca.

Cada vez que cambie el pañal, limpie la base del cordón con alcohol medicinal; no deje gasa embebida en alcohol en la base del muñón. Paulatinamente el cordón adquirirá un aspecto oscuro, endurecido y arrugado, con la base rosada y seca.

No le tenga miedo a la limpieza del cordón umbilical; no duele. Tal vez le produzca molestia al percibir la sensación fría del alcohol.

Una vez " caído" el muñón umbilical, continué la limpieza con alcohol por un par de días; ahora podrá bañarlo e higienizar la cicatriz con agua y jabón blanco no perfumado.

No coloque sobre el ombligo cuerpos extraños como monedas o botones, tampoco utilice ombligueros.




Lo principal para una buena curación del ombligo es mantener la zona limpia, seca y fuera del contacto de líquidos como la orina que pueda infectarlo



Fuente:http://www.enfermerapediatricasevilla.es/2013/04/cuidados-sobre-el-cordon-umbilical-en.html




sábado, 16 de enero de 2016

Limpieza del bebé



Este tema es muy importante principalmente para los padres primerizos porque cuando nace el bebé y los padres vuelven con él al hogar, comienza una vida nueva, con nuevos horarios, costumbres y actividades que giran absolutamente entorno al recién nacido y no saben bien de lo cuidados que deben tener con su bebé, los cuidados de los oídos, los ojos, la nariz, los genitales y el cordón umbilical son fundamentales para evitar que el bebé sufra infecciones, irritaciones, molestias u otros problemas que podrían perjudicar su salud, estos cuidados son básicos para eso hay que estar muy bien preparados. 





  • Los primeros días el bebé tendrá una capa protectora de grasita y componentes antimicrobianos sobre su piel que se llama vérnix, no hay que quitárselo y por eso no se recomienda limpiarlo en exceso los primeros días, solo lo necesario para el cambio de pañal.
  • La únicas zonas un poco más sucias serán la zona del pañal y los pliegues (cuello, axilas, detrás de las orejas), es aquí donde hay que incidir en la limpieza.
  • Los órganos genitales precisan cuidados especiales porque pueden irritarse causando molestias al bebé. En los primeros meses el bebé defeca a menudo, sobre todo si toma pecho, y hay que cambiarlo con frecuencia porque su piel es muy delicada y puede irritarse al estar en contacto con la orina y las heces.
  • Se debe cambiar el pañal cuando el bebé despierta, comprobar si esta seco y limpio y revisar el estado de pañal con regularidad, sobre todo si el bebé esta molesto.
  • Las toallitas húmedas son mas higiénicas. No es aconsejable poner polvos de talco, aunque lo propongan las abuelas, hay que elegir los pañales de acuerdo a las características del bebé.
  • El cambio del pañal es un momento idóneo para estrechar los vínculos afectivos: jugar con el bebé, acariciarle, hablarle con dulzura o hacerle cosquillas, le ofrecen la seguridad de que sus padres lo quieren.
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  • El cordón para que se caiga tiene que secarse, por lo tanto esta zona tiene que mantenerse seca y limpia. Debido a esto, no se recomienda el baño del bebé antes de la caída del cordón, para evitar el reblandecimiento del cordón.
  • Se puede limpiar la cara y el cuello del bebé con agua tibia, hervida previamente o embotellada al principio para evitar gérmenes y otras sustancias.
  • Con una gasita estéril empapada en el agua se le pasa a la zona del ojo desde el lagrimal hacia afuera, utilizando una gasa diferente para cada ojo.
  • Para la limpieza de las orejas se puede utilizar un hisopo (cotonete) para cada oreja, mojado en agua hervida, cuidando de no lesionar el oído del bebé para evitarlo se vuelve la cabeza hacia un lado y, sujetándole con suavidad, se pasa el hisopo por todos los pliegues incluyendo la parte posterior de la oreja. Debe limpiarse la parte externa porque al introducir el hisopo en el oído se empuja el cerumen hacia el tímpano con riesgo de formar un tapón. 

  • La nariz del bebé no suele precisar cuidados específicos porque ya dispone de las vellosidades que repelen la suciedad hacia los orificios de salida provocando el estornudo hacia expulsarlas. Se pueden limpiar las pequeñas mucosidades secas del borde de los orificios con un hisopo sin introducirlo demasiado.



  • A lo largo de los dos primeros meses no es preciso cortar las uñas del bebé porque son muy finas y podría dañarse la piel de los dedos eso si, conviene vigilar que no se arañe la cara cuando las uñas están muy largas, aunque suelen partirse solas. Pasado ese tiempo, pueden cortarse con tijeras de puntas redondeadas, sin dejarlas demasiado cortas.


Fuente: http://enfermerapediatrica.com/el-bano-del-bebe/