sábado, 16 de enero de 2016

Limpieza del bebé



Este tema es muy importante principalmente para los padres primerizos porque cuando nace el bebé y los padres vuelven con él al hogar, comienza una vida nueva, con nuevos horarios, costumbres y actividades que giran absolutamente entorno al recién nacido y no saben bien de lo cuidados que deben tener con su bebé, los cuidados de los oídos, los ojos, la nariz, los genitales y el cordón umbilical son fundamentales para evitar que el bebé sufra infecciones, irritaciones, molestias u otros problemas que podrían perjudicar su salud, estos cuidados son básicos para eso hay que estar muy bien preparados. 





  • Los primeros días el bebé tendrá una capa protectora de grasita y componentes antimicrobianos sobre su piel que se llama vérnix, no hay que quitárselo y por eso no se recomienda limpiarlo en exceso los primeros días, solo lo necesario para el cambio de pañal.
  • La únicas zonas un poco más sucias serán la zona del pañal y los pliegues (cuello, axilas, detrás de las orejas), es aquí donde hay que incidir en la limpieza.
  • Los órganos genitales precisan cuidados especiales porque pueden irritarse causando molestias al bebé. En los primeros meses el bebé defeca a menudo, sobre todo si toma pecho, y hay que cambiarlo con frecuencia porque su piel es muy delicada y puede irritarse al estar en contacto con la orina y las heces.
  • Se debe cambiar el pañal cuando el bebé despierta, comprobar si esta seco y limpio y revisar el estado de pañal con regularidad, sobre todo si el bebé esta molesto.
  • Las toallitas húmedas son mas higiénicas. No es aconsejable poner polvos de talco, aunque lo propongan las abuelas, hay que elegir los pañales de acuerdo a las características del bebé.
  • El cambio del pañal es un momento idóneo para estrechar los vínculos afectivos: jugar con el bebé, acariciarle, hablarle con dulzura o hacerle cosquillas, le ofrecen la seguridad de que sus padres lo quieren.
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  • El cordón para que se caiga tiene que secarse, por lo tanto esta zona tiene que mantenerse seca y limpia. Debido a esto, no se recomienda el baño del bebé antes de la caída del cordón, para evitar el reblandecimiento del cordón.
  • Se puede limpiar la cara y el cuello del bebé con agua tibia, hervida previamente o embotellada al principio para evitar gérmenes y otras sustancias.
  • Con una gasita estéril empapada en el agua se le pasa a la zona del ojo desde el lagrimal hacia afuera, utilizando una gasa diferente para cada ojo.
  • Para la limpieza de las orejas se puede utilizar un hisopo (cotonete) para cada oreja, mojado en agua hervida, cuidando de no lesionar el oído del bebé para evitarlo se vuelve la cabeza hacia un lado y, sujetándole con suavidad, se pasa el hisopo por todos los pliegues incluyendo la parte posterior de la oreja. Debe limpiarse la parte externa porque al introducir el hisopo en el oído se empuja el cerumen hacia el tímpano con riesgo de formar un tapón. 

  • La nariz del bebé no suele precisar cuidados específicos porque ya dispone de las vellosidades que repelen la suciedad hacia los orificios de salida provocando el estornudo hacia expulsarlas. Se pueden limpiar las pequeñas mucosidades secas del borde de los orificios con un hisopo sin introducirlo demasiado.



  • A lo largo de los dos primeros meses no es preciso cortar las uñas del bebé porque son muy finas y podría dañarse la piel de los dedos eso si, conviene vigilar que no se arañe la cara cuando las uñas están muy largas, aunque suelen partirse solas. Pasado ese tiempo, pueden cortarse con tijeras de puntas redondeadas, sin dejarlas demasiado cortas.


Fuente: http://enfermerapediatrica.com/el-bano-del-bebe/

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